La legibilidad y el SEO, o la comprensión de textos y el posicionamiento, están estrechamente relacionados
En plena década de los 2020, no leemos con atención. No si no nos está dando respuesta exacta a la duda que teníamos. Hacemos lecturas en diagonal, solo leemos las frases destacadas en negrita y, si en un par de segundos no encontramos lo que necesitábamos, lo descartamos y buscamos en otro sitio.
En resumen, si un usuario entra en tu página, encuentra lo que busca y se siente satisfecho, no hará más búsquedas sobre ese tema. Es más, permanecerá más en tu página. Y un bajo Dwell Time (tiempo de permanencia desde el SERP) es una buena señal para los motores de búsqueda.
Es por lo que hacer un buen trabajo en legibilidad y SEO de nuestra web es fundamental. Y todo empieza por una prueba, la de Flesch Kincaid.
Ya has leído nuestros 5 consejos para que el SEO de tu blog despegue?
La prueba de legibilidad Flesch Kincaid
Una fórmula de 1940 que sigue teniendo vigencia en la actualidad. Muchas de las herramientas de legibilidad y SEO las tienen incorporadas (como YOAST) y, aunque no es la única fórmula o técnica que debemos utilizar, sí debemos pasarla con nota.
La prueba de legibilidad Flesch Kincaid sigue la siguiente fórmula:
206,85 – (1,015 x total de palabras/total de frases) – (84,6 * total de sílabas/total de palabras)
Y cuando decimos pasarla con nota, no es una nota fija. Un texto estándar debe estar entre 60-70, pudiéndolo entender un estudiante de 15 años. De 0 a 30 correspondería a un estudiante universitario con bastante nivel (divulgación científica) y de 90 a 100 un estudiante de primaria (historieta o cuento).
Entonces deberías primero definir la audiencia de tu texto y, a partir de ahí, al calcular Flesch Kinkaid, complejizar o simplificar los párrafos que la componen. ¿Suena bien no? Pues hay una mala noticia: esta prueba solo funciona con textos en inglés.
Otras fórmulas sobre legibilidad más útiles
Si los textos son en español hay otras teorías que puedes utilizar y que, según sus autores, son adaptaciones de la Flesch.
La más conocida es la de Fernández Huerta, que data de 1959:
206,85 – (60 x total de sílabas/total de palabras) – (1,02 * total de palabras/total de frases)
También existe la escala Inflesz, la de legibilidad mu, el índice de niebla… sin embargo, si tu texto responde a una de las dos anteriores, ya tienes el trabajo a medio camino.
Los factores principales que afectan a la legibilidad para SEO
Además de estas pruebas, la comprensión de los textos puede mejorarse a través de otros factores. Atención: están aplicados a un nivel de lectura medio o medio alto, que correspondería a textos estándar. Si el contenido es para, por ejemplo, un público infantil o para profesionales, contacta con nosotros y te ayudaremos encantados.
- Longitud de la oración. Este punto es fácil, pues debes hacer la oración lo más simple posible, sin rellenos. Ejemplo: Somos una agencia de publicidad digital. Conectamos con tu audiencia por ti.
- Longitud de texto. Mínimo 300 palabras, pero adaptable según lo que quieras contar (y la respuesta que necesiten tus lectores).
- Estructura de la oración. Seguro que recuerdas de forma lejana esas clases de sintaxis del colegio: sujeto, verbo, complementos. Y, a poder ser, evitando la voz pasiva. Ejemplo: Nuestro Social Media Manager investiga las novedades digitales todos los días.
- Estructura del texto. La prueba de legibilidad Flesch Kinkaid sí tiene en cuenta las oraciones, pero no su estructura. El mejor ejemplo es este propio artículo: párrafos no muy largos, de dimensión similar, uso de listados y subtítulos para facilitar la lectura, aplicación de márgenes…
- Estilos de texto. Muy relacionado con la estructura. Las cursivas, los destacados y el cambio de color o tipografías llama la atención del lector hacia donde queremos. Sin lugar a duda, la reina aquí es la negrita.
La importancia del lenguaje natural en la legibilidad y el SEO
Todos los factores anteriores son más bien técnicos, relacionados con oraciones y palabras, longitud… Pero también debemos tener en cuenta otros más “creativos”, aquellos que afectan a la intención de las palabras y frases. Así la legibilidad de un texto encajará perfectamente con tu público objetivo.
Un buen uso de las keywords y de las preguntas que se ha podido hacer la audiencia también afectan a la legibilidad y al SEO
Cuando escribes no eres (o no deberías ser) un robot sin sentimientos, interés por el tema o dudas que disipar. La audiencia que te va a leer mucho menos. Es por ello que tu tono y estilo de escritura deben acercarse la forma de comunicarse que tienen tus lectores potenciales.
Recuerda que el algoritmo de Google cada vez entiende más cómo funciona el lenguaje humano.
También debes tener en cuenta el argot o el uso de palabras específicas. Muchas veces es necesario utilizar tecnicismos. Por ejemplo, si este artículo llega a alguien sin conocimientos de marketing digital no entenderá ciertos conceptos como legibilidad, SEO o posicionamiento en Google.
El último consejo es variedad en los formatos. El uso de imágenes, vídeos o audios hacen que un tema se explique de forma más precisa. Aquí también hay uno que funciona por encima de los demás: las infografías.
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